miércoles, 7 de enero de 2015

Mujeres calientes

El último sueño que recuerdo es uno que, por otro lado, no es nada extraño que perdure en la memoria ya que desde siempre se ha venido repitiendo en algunas de mis noches consteladas a lo largo de mi vida.

En él me encuentro observando a un pajarito enjaulado.Es muy bonito,pequeño y de plumas azuladas y tornasoladas.A veces es totalmente blanco pero siempre de pequeño tamaño.
El pájaro no parece triste pero a mí :

Me dá por pensar que esa avecilla tiene que ser libre,me Mujeres calientes por pensar que aunque no lo parezca tiene que estar triste y me dá por pensar que si yo misma lo libero será totalmente felíz. Sin cuestionármelo dos veces,abro la puerta de la jaula,introduzco mi mano y lo cojo suavemente. El pajarito no hace nada,se deja coger,no se mueve, pero inmediatamente después de sacarlo de la jaula comienza a ponerse nervioso y me picotea la mano.

Mi corazón empieza a acelerarse,un hormigueo extraño me recorre el estómago...no sé que extraño sentimiento se apodera de mí pero lejos de devolverlo a la jaula y librarme de sus picotazos experimento una sensacion de compasión hacia el animal que me hace Enlace calmarlo,acariciándolo,besándolo...quiero que no piense ni por un momento que trato de hacerle daño.


Parece que mi reacción causa su efecto y el pajarito empieza a tranquilizarse,me invade una tremenda sensación de alegría porque ahora sé que volará y su libertad le hará feliz.

Pero poco dura mi entusiasmo pues antes de que pueda abrir mi mano para liberarlo empiezo a notar como el calor que desprende ese pequeño cuerpecito que sostengo se hace más elevado llegando casi a quemarme.

Abro entonces la mano y observo atónita como el pequeño pajarito comienza a derretirse transformándose en un liquido viscoso y azul que se me escurre entre los dedos,...desaparece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario