Me sentí extraño, estaba viendo una de las ciudades más bonitas que conozco, y me sentí raro. Despues de casi 29 años aquí una sensación de no-pertenencía me invadía, y es una lástima que estos escenarios hayan visto derrumbarse todo cuanto Reformas rubi.
Ahora me tengo a mí, que ya es mucho, pero ningún vínculo en esta ciudad, mi ciudad durante tanto tiempo y que, a modo que me decida un poco, dejará de serlo, almenos durante una temporada. Ayer seguí firmando mi contrato con mis propias sensaciones, ayer seguí convenciendome de que tengo que cambiar de aires, ayer seguí andando por los caminos de siempre lleno de dudas. Y dudas al ver ese puerto, ese que antaño tanto me llenó, ese que hacía volar mi imaginación y hacía que le sonriera a los barcos, puesto que yo también navegaba hacía delante, como ellos.
No se me ha abierto el puente, ninguno ha sido tendido, tendré que hacerlo yo, sigo meditando, sigo pensando, sigo tratando de descifrar lo que siento. Y lo que siento no es nostalgia, quizás debería sentirla, lejos de todo pero cerca de mí, al fin y al cabo es lo importante. Ahora estoy bastante lejos de lo que me dictan mis impulsos, va a ser hora ya mismo de intentar recorrer un camino que nunca he trazado, porque simplemente desconozco la senda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario