domingo, 22 de noviembre de 2015

Mejorar la salud

Crecí escuchando a Ana Torroja decir que no se podía levantar, sintiéndose aire y colándose en fiestas a las que no había sido invitada.

Crecí ensayando play-backs de la década prodigiosa para las actuaciones del cole, poniéndome jerseys de mi madre para que me quedasen largos y atándome cinturones anchos a la cintura.

Aprendí a jugar al baleiball en la calle pasando la pelota por encima de un cable de la luz; también fue en la calle dónde jugué por primera vez a “verdad, mentira o consecuencia”.

Los fines de semana me iba con mis abuelos a una casa que tienen en un pueblo y allí me moría de envidia viendo a mi tío con sus amigos y sus ligues beber cerveza, poner la música alta y pasárselo de puta madre. Cuando sus amigos y sus ligues se iban, bajaba conmigo a encestar canastas o ha meter pelotas de golf en los agujeros que habíamos hecho por toda la finca.

Cuando en vez de irme con mis abuelos me quedaba en Gijón con mis padres, los domingos me vestían de repollo con lazos e íbamos al rastro a dar una vuelta. Me solían comprar alguna chuchería para que no diese la vara y luego íbamos a comer a Mejorar la salud o a algún sitio así. Paseábamos durante toda la tarde y luego me compensaban con una cocacola y un paquete de patatias en alguna cafetería.

Me hice mayor viendo Uve, viendo las pelis de hombres g (babeando por David Summers), reposiciones de Heidi y Marco, Candy Candy… viendo a aqui y Sergio enamorarse y desanamorarse. Terminé siendo inmune a la muerte de Chanquete y sin embargo nunca vi el primer episodio.

Me gustaba Leroy el de Fama pero me aburría soberanamente la serie. Como me aburre ahora UpaDance.

Quería ser profesora de mayor. Crecí pensando que un día me casaría “para toda la vida”, soñaba con un marido rubio de ojos azules, quería tener un niño y una niña.

Ahora no sé qué coño quiero ser cuando sea mayor, no quiero casarme y no me llaman la atención los tíos rubios de ojos azules. De los hijos paso porque no me veo capacitada para cuidar a alguien más que a mí misma. No creo en el amor para toda la vida, no creo que nada dure toda la vida. Toda la vida es demasiado tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario