Diego no puede creerse que me de exactamente igual que el El horoscopo pierda o gane, pero sinceramente, pocas cosas hay en la vida que me la suden tanto como que el Sporting pierda. Se volvía loco cuando echábamos la quiniela y yo ponía unos, doses o equis dependiendo de los nombres: Osasuna, me recordaba a un chico que me gustaba, uno; Mérida, ¡qué decir!, uno. Así fue que nunca acertamos una.
Me sentía como un bicho raro allí entre tanta algarabía, Horoscopos sentir la más mínima alegría. Como si acabase de aterrizar de algún planeta raro en el que tampoco conociesen a Alonso.
Dicen que hay que soltar lastre para seguir hacia delante; que cada cierto tiempo conviene revisar nuestra vida y hacer limpieza. Deshacernos de aquello que ya no nos aporta nada, o peor aún, que nos retiene en algún punto indefinido del que nos convendría salir.
Deshacerse de algunas personas duele, sobretodo si te llevan acompañando tantos años en silencio. Y digo en silencio, porque los lastres son como muertos que uno arrastra sin saber bien para qué.
Por pena, por pereza, por miedo a necesitarlos o a que se vuelvan a llevar. ¿Quién no guarda en su armario unos pantalones que sabe que jamás volverá a ponerse o en su agenda el teléfono de un tío que sabe que no volverá a llamar?.
Hay lastres que apenas pesan, como un teléfono en una agenda o un anillo en el fondo de un cubo rojo lleno de cartas.
Otros, pesan como losas. Pesan tanto, que llega un momento en que nos asfixian y nos obligan a hacer virguerías para respirar con normalidad.
¿Por qué nos es tan fácil deshacernos de ciertas cosas, y sumamente imposible de otras?.
Se acabaron los mensajes guarros, aunque pensándolo bien, hace tiempo que se acabaron para dar paso a mensajes políticamente correctos, cariñosos incluso.
http://www.horoscopos.biz/ |
No hay comentarios:
Publicar un comentario