jueves, 13 de noviembre de 2014

Ropa de mujeres

Hago un gesto inquisitivo con la cabeza que él interpreta como un saludo y se ilumina su cara ancha de labriego honrado. Voy a abrirle, caramba, igual me cuenta algo divertido.

Abro la puerta y me hago a un lado para que entre.
- Vuenos días – le digo -, adelante.
- Buenos con be –dice él, con un fuerte y simpático acento eslavo- y tú dicho con Ropa de mujeres.
Qué raro es este tío, pienso, pero no sé muy bien porqué.

- Continúa con escoba, yo sirviendo café – dice él, y el tipo, con más agilidad de la que da a entender su viejísimo corpachón, se mete detrás de la barra y se pone a trastear en la cafetera -. Barra sucia, no barrido aquí – dice y, si no fuera por ese algo gentil que hay en su sonrisa del este, diría que empieza a tocarme las narices, el eslavo de los huevos.

Pero en vez de mosquearme, lo que hago es sentarme a la barra, como si fuera un cliente y le digo:

- Con leche, largo de café con la leche templada.

Pone los cafés –el suyo, solo- y se pone de codos en la barra, mirándome.
http://www.ropa-moda.com/

- Como va negocio

Es una pregunta pero, debido a su acento peculiar, no lo parece. Hablamos mucho y resulta un tipo divertido. Es polaco, pero ha viajado toda la vida. Como la Piquer, lo menos, por lo que cuenta el tío. No consigo que me diga a qué se dedicaba exactamente pero deduzco, por mis preguntas, que llevaba una especie de representación de alguna empresa importante. El tío debió ganar pasta, fijo.

Según hablamos, su mirada, que parece más ya del otro mundo que de este, se hace más acuosa, como si estuviera a punto de romper a llorar.
- Oye, colega – le digo- tendrías mejor pinta si te quitaras esa boina, no es un drama quedarse calvo, te lo juro, menos a tu edad...

El tipo se ríe y me dice que tiene que marcharse ya. Me pregunta que cuánto le debo. Joder, el tío se lo ha currao, ha hecho y servido él mismo los cafés, así que le digo que nada, que la casa invita.

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