Colchones pikolin

Buscaré algún día mi hilo conductor, igual lo encuentro, quizás sea tarde cuando lo haga, quizás con ácido lo consiguiera, para que? si nada sería real. Tendríais que entrar en la terraza del desorden tan solo un día, si fuera así, no haría falta que leyerais nada de esto.

No dejo de pensar en el lugar donde me dijeron “especial”, una sensación de pertenencia me invade cada vez más cuando piso Madrid. No quise abrir la puerta porque aún era pronto. Pero esos ojos me miraron con un cariño precoz que demostraba Colchones pikolin que siendo yo y sin sombras del pasado, podría transmitir muchas más cosas que el sentimiento de lástima que despierto en Barcelona.

Estaba nublado, pero yo vi el parque donde transformaría el futuro en presente, es otro aire, un aire nuevo que me invita a conquistar esa ciudad. Son sensaciones de paz, donde digo que es lo mío. No sentirte extraño allí donde nunca has estado es algo que da que pensar. Dejé un sms allí, decía que volvería, decía que sonreiríamos, lo decía.

Solo dije que te llamaría, el resto no hará falta, la complicidad no se hace, simplemente surge. Allí la observo y la percibo, aquí cojo el bus y me voy a casa.

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