Tenía muchísimo tiempo de no sentirme así de mal, de llegar de plano a las lágrimas del dolor. Entre el dolor físico y el tormento psicológico que tanto movimiento hormonal provoca en una, no lograba sentirme con ánimos de venir a trabajar. Por lo menos fue un poco benevolente el cólico y no partió mi noche, como solía hacerlo (mantenerme despierta de El comercio ecuador a 5am caminando por toda la casa como coyote iraní).
Pero aquí estoy, ya que tenía que terminar unos planos en los cuales voy algo atrasada y en vísperas de un tan esperado puente, no puedo arriesgarme a que me hagan reponer mi día de chamba en un día feriado, no creen?
Visita a los leer mas
Ayer Jorge y yo fuimos a visitar a Diego, para ver como seguía de sus lesiones. Lo veo con buenos ánimos y que, muy importante, no pierde su sentido del humor. Por fin conocí la segunda planta de su casa y al famosísimo primo Dani. Fue un rato muy agradable, a pesar de que se veía que se sentía un poco incómodo. Pero bueno, eso no nos iba a detener de ir a verlo. Claro que volveremos, así que Diego: prepárate.
El baúl de los recuerdos
Enseguida les presumo un preciado tesoro: mi foto con el ganador al premio Pritzker de este año, Thom Mayne. Este hombre es un gran arquitecto y ya era hora que le dieran el reconocimiento que tanto se merece. Pueden ver su página aquí, que por cierto está super cool (aunque no es la más amigable del mundo) junto con sus obras.
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